Ayer, madrugué para estar en mi trabajo bien temprano; de hecho fuí el primero en llegar; dejé sin terminar mi café para empuñar mi paragua y salir de casa antes del caos con el tránsito matutino. Pensé que terminaría temprano para cumplir compromisos personales y quedar bien con amigos; de hecho me hacía falta salir y despejar un poco la mente, fuera de preocupaciones y disturbios laborales. Pensé que sería un día en que las horas pasarían rápido y que mis 17 reuniones de la pasada semana morirían con nuevas asignaciones que no incluyeran presión a corto plazo. Contemplé el mural que incluía continuidad de un evento que se me avecinaba y la terquedad de los informales que hacían enfurecer mis mañanas ocasionalmente; hoy no me preocupé por nada de eso; creo que no llegué a pronunciar 25 palabras en todo el acontecer laboral. Durante todo el día volví a poner en práctica el sacrificio, como ese mural que aguantaba tareas con miras de ser "la papa caliente" y no caerse ante un memorandum más. Salí a las 3 de la tarde con una tórrida lluvia a mi afán "callejero" donde se suponía que terminaría a las 7:00 p.m. Vaya sorpresa; el día malo llega sin invitación.
La primera grabación de la agenda se postergó y estaba retrasado para la segunda, imaginándome la tercera un maratón kilométrico. Procuré no estresarme, aunque es dificil en mi ambiente de trabajo no estarlo cuando cada segundo es un margen de error significativo. Salimos victorioso de la segunda filmación, procedí a contestar por vez primera mi celular en todo el día, explicando mi retraso de encuentro con "Marcelle". Me dije, si uso la estrategia de esfuerzo, con poco apuros estaré al menos en el cumpleaños de mi amiga "Svelty" al que había prometido asistir. No bien comenzaba a hacer "check list" de pre-finalización cuando en un cambio de energía eléctrica, se quemó la bombilla de la "Lowel Totta" mandando mis 11 horas de trabajo del día a 13.
Llegué a mi casa sin sentirme mal por nada, había sido un día normal con algunos contratiempos que surgen cuando menos te lo esperas ... lo mejor de todo esto es poder salir victorioso y darte cuenta que tus verdaderos amigos al final, sin tomarte lástima, terminarían entendiendo tu falta; entré a mi casa con ese deseo extremo de escuchar música en alto volumen, decirles a todos mis vecinos que recogieran sus velloneras, su acordeon y sus bocinas para darle paso a mi música divorciada de Arjona o Montaner, me quedé en camiseta sin antojarme siquiera de un dulce nocturno, simplemente saqué los audifonos y los llevé a mis oidos olvidandome de todo por un momento, aquí, en este preciso instante, olvidaba todo el fantasma del día anterior.
La primera grabación de la agenda se postergó y estaba retrasado para la segunda, imaginándome la tercera un maratón kilométrico. Procuré no estresarme, aunque es dificil en mi ambiente de trabajo no estarlo cuando cada segundo es un margen de error significativo. Salimos victorioso de la segunda filmación, procedí a contestar por vez primera mi celular en todo el día, explicando mi retraso de encuentro con "Marcelle". Me dije, si uso la estrategia de esfuerzo, con poco apuros estaré al menos en el cumpleaños de mi amiga "Svelty" al que había prometido asistir. No bien comenzaba a hacer "check list" de pre-finalización cuando en un cambio de energía eléctrica, se quemó la bombilla de la "Lowel Totta" mandando mis 11 horas de trabajo del día a 13.
Llegué a mi casa sin sentirme mal por nada, había sido un día normal con algunos contratiempos que surgen cuando menos te lo esperas ... lo mejor de todo esto es poder salir victorioso y darte cuenta que tus verdaderos amigos al final, sin tomarte lástima, terminarían entendiendo tu falta; entré a mi casa con ese deseo extremo de escuchar música en alto volumen, decirles a todos mis vecinos que recogieran sus velloneras, su acordeon y sus bocinas para darle paso a mi música divorciada de Arjona o Montaner, me quedé en camiseta sin antojarme siquiera de un dulce nocturno, simplemente saqué los audifonos y los llevé a mis oidos olvidandome de todo por un momento, aquí, en este preciso instante, olvidaba todo el fantasma del día anterior.
2 comentarios:
Olvidar al mundo por momentos...cojer las cosas charlatanamente como dice mi madre...es a veces una manera de darle un respiro al corazon...
lo hago de ves en cuando..y trato de cerrar los ojos..asi veo menos lo que me rodea..
Un besote mi querido Valen!!
siiiiii, te disculpo. tienes una excusa. igual me la debes, jejeje. mentira. la pase bien, sera para el proximo año. un abrazo.
svelty
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