"Acerbo" !!!

Sus manos presagiaron ese último adiós con el roce sin ganas y los suspiros invadían la espina dorsal de sus miradas opuestas. Lentamente, muy despacio, el lenguaje de 10 dedos indicó el fin de unos días cálidos. Si hubiese sido un film, en ese intervalo de segundos cortos, pero agonizantes, hubiera entrado con su ritmo pusilánime, cruel y canallesco, "Andrés Cepeda". La puerta abierta estaba, más ningún camino puesto al sol. La madrugada consumía el llanto dejado para después. Supo que un abrazo no era suficiente. Siempre es cruel llorar en la madrugada porque las lágrimas son más largas, más saladas.

Pondría estampillas en su pasaporte con trazos de “Quinta Avenida” … si alguna vez volvían a mirarse ya no sería igual, la noche anterior la ciudad iluminaba las razones de su carne trémula bajo la transparencia de sus manos con barniz lustroso. 10 años de sexo apasionado donde ambos miraban el tornasol optimista por medio de sus pupilas lúgubres que redondeaban una sola noche.

La respiración fatalista y el cierre de un escote eran los villanos en medio de la luz a media asta y la afonía del acto con dialogo al estilo “Marcel Marceau” … Ella tomó sus zapatos de charol; él los pedazos del cristal que rodaban por las baldosas de su aliento amargo, supo al verle marchar en su taxi con sendero de estrella polar, que la arrojaría por completo a los brazos del incierto. La pasión fenecía en una mirada que sin voltear nuevamente, transportaría la piedad fuera de su osadía … el frenesí de la "maldita luna" terminaría al menos tirando de nuevo al piso su orgullo o ambos tomando un sorbo exquisito con perspectiva en blanco y negro.