Los neumáticos se deslizaron por el pavimento mojado cayendo al precipicio el auto donde juntos venían sosteniendo de la mano un mismo corazón. El impacto fue mortal. El abrigó su rostro ensangrentado con sus manos y daba su vida por no ver perder la de ella que tímidamente sonreía, sus ojos azules se volvían opacos ante las tinieblas que cubrían la madrugada desastrosa que los separaba. Con un llano inmenso sellaron el pacto de amor y un “Te amo” casi susurrado.
Salió el sol y sorprendió su pesar junto a su cuerpo fallido, pálido, desangrado, inerte. Por un momento su vida se perdió en el infinito, en las montañas que rodeaban su razón. Su mente recorrió los extremos que habían visitado juntos y cerró los ojos. Supo entonces que la felicidad entre ambos tenía un límite con reloj de arena y el juramento perpetuo “Hasta que la muerte los separe” ... era sólo la antesala de la otra vida.
La brisa danzó suavemente en cada hoja, en cada arbusto a su alrededor; comprendió entonces que el desamor no es opcional y que es mejor amar apasionadamente a “todo corazón” por poco tiempo, que terminar lleno de odio toda una eternidad con recuerdos confusos. Comprendió también mientras sostenía sus inertes manos, que el amor entre ellos no había muerto, tenia un mar de razones para recordarle por toda una infinidad; él cerró por segunda vez sus ojos escuchando a lo lejos el ruido desastroso de una ambulancia retrasada; una sonrisa escapaba sin remordimientos de sus labios; era el principio donde su lamento encontraba paz; sus recuerdos comenzaban a enmarcarse en su eterna memoria.
domingo, 12 de abril de 2009
Eterno ... !!!
Publicado por
VALENTIN
en
9:11:00 p. m.
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1 comentario:
Creo que podria haber cantado ¨antes que te vallas¨ de cepeda.
mas que hasta que la muerte los separe, agrego: HASTA QUE LA MUERTE LOS UNA MAS.
un abrazo. Bienvenido a la ciudad.
Yo mismita :p
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