"Dicen que cuando presagias la muerte de una persona o miras los ojos de quien morirá trágicamente, la muerte tocará tu puerta el día más dichoso de tu vida o el destino sellará tu osadía con el mismo fin de la víctima." ELLA no debió hablar; nació con el don de ver la muerte tras la espalda en las personas; por eso el ave maría era su canto constante, su himno. Muchos alegan que jamás había escuchado esta letanía y sin embargo la cantaba cuando la luna llena le hacía entrar en un trance delirante.
La mala suerte estuvo de su lado para cumplir su destino. Su hogar se calcinó una noche sin fecha en el calendario y ella salió ilesa, sin un rasguño, sin quemarse una sola hilacha de su harapiento vestido color ciruela. Rodó por diferentes casas adoptivas hasta caer en la indicada, una mansión inmensa con patio trasero inmenso, con nogales, pinos, amapolas y palmeras. Los dueños de la casa quedaron maravillados al escuchar su cántico y no lo pensaron dos veces, buscaron los mejores músicos y grandes maestros del canto para lecciones privadas; el jardín se convirtió en el escenario perfecto para deleitar con su voz armoniosa de apenas 10 años. Cuando terminaban sus clases, ella solía perderse en el jardín entonando su melodía predilecta; ocasionalmente solía escuchársele reír a carcajadas, la misma parecía estar acompañada por la delirante risa de hadas en un hechizo de luna.
Los días pasaron, las noches callaron y ella olvidó su capricho de susurrar entre árboles y risas su copla. El gran día llegó. Era su cumpleaños, la fiesta más esperada, los dulces 19 donde cantaría también para los aristócratas de la calurosa ciudad. El día parecía ser perfecto, despejado, radiante. Flores traídas de Nueva Zelanda, un vestido creado con telas hindú, en la marquesina un “Ferrari deportivo” con chofer. Su alcoba estaba llena de regalos tan exquisitos y ostentosos que un zafiro era de poco valor. Sin embargo, ella no se levantó con la misma euforia que se había ido a la cama 9 horas anteriores. Se miró al espejo, no vio su reflejo, estrujó sus vivarachos ojos que hacían juego con su piel azúcar morena, dio la espalda y su reflejo apareció en el cristal; parecía una escena inusual, sin embargo ella no volteó, miró por el ventanal y se deleitó con las hojas que caían apresuradamente de los árboles; la brisa se congeló, no era un deja vú; un silencio sepulcral invadió el entorno, las campanas de la iglesia de la zona colonial rechinaron.
La hora esperada llegó. Los invitados llegaron más temprano, esperaban escuchar la voz exquisita de ese ángel moreno. Salió al jardín ambientado como un paraíso. Cantó con la voz más melodiosa que oídos humanos pudieran haber escuchado; y todos callaron. Justo cuando se preparaba para abandonar el escenario, un niño se paró de su asiento acolchado de terciopelo y gritó: Por qué no entonas el “Ave María” ??? … El frío invadió su espalda, creía haberlo olvidado, sonrió y apartó de su mano izquierda de 4 dedos el blanco guante que cubría sus delicados dedos. La orquesta comenzó sus acordes y el piano parecía tener vida desplegando magia; mientras ella cantaba con su prodigiosa voz, una sombra se deslizaba lentamente por el jardín; sus ojos alucinantes descubrieron el movimiento lento que hacía romance entre los árboles.
Todos se marcharon; ella hizo su acostumbrada caminata por su nirvana, y dejó a un lado sus zapatillas para caminar descalza. Sentía cada pisada, la frialdad de la noche. Los pasos parecían dobles; decidió no huir, se recostó en la alfombra de hojarasca; un olor a lirios invadió el jardín. Cerró sus ojos. La calma reinó en el lugar, una fría mano cubrió su medio rostro de nariz respingada y labios gruesos… Intentó llorar y no fue escuchada; su respiración se hacía tan lenta que le hacía perder el aliento por completo; su conciente no le permitía cerciorarse si esta acción era real o acaso un sueño…
lunes, 6 de abril de 2009
"Presagio" !!!
Publicado por
VALENTIN
en
11:59:00 p. m.
Etiquetas:
hojas secas,
presagio,
sueño. ave maria
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5 comentarios:
Querido Valen, me quedé casi extasiada con esa voz, relatada hasta la médula.
Me corrió un esalofrío, el dejá vu que no era tal se transformó en presagio hilado con perlAS fugitivas, arenas escurridizas como palabras que nunca debieron ser dichas.
Exquisito cariño.
Un beso enorme
Hola Valen! Te cuento que son la cinco de la mañana y he comenzado a leer tu post que resulta muy interesante. No te prometo terminarlo hoy por que me ha dado un poco de miedo...
Cuando este el sol beillante lo hare!
besos!
muy bien el post y los detalles ni se digan, pero esa cancion la habia escuchado antes, pero con el post le daba un toque especial!!
Y que hay de la angustia de ver el futuro y no poderlo decir
de qué sirve entonces la visión?
no es su culpa
llegará el momento que se canse de las caminatas por su nirvana.
Qué lindo, me dejó sensación de paz :)
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