La Casa de los Cuadritos ...

Cerca de mi hogar cuando niño, había una casa a la que todos llamaban “LA CASA DE LOS CUADRITOS” … Por qué la casa de los cuadritos? Me preguntaba una y otra vez sin cuestionar a mis padres aún cuando mi persistencia de saber todo lo ignorado sobrepasaba las fronteras de obtener esa respuesta, la cual NO estaba apta para comprender a mi edad. Debía pasar todos los días por el mismo frente de ese lugar en mi trayecto para ir a la escuela. Siempre igual: las puertas cerradas y su frente con ventanales de madera pintadas todas de un color diferente. Habrán fantasmas allí adentro? Pensaba nuevamente, hasta que el grado de confianza hacia mi madre me llevó a obtener la esperada respuesta condicionada por el morbo social donde juraría que las pocas personas que pronunciaban su nombre, casi lo susurraban. Con cierta duda, comprendí entonces que era una casa donde mujeres solteras tenían citas con hombres “posiblemente solteros” o tenían muchos amigos de todas partes, por la procedencia de los mismos. Actualmente se le llamaría “Prostíbulo” por la asociación de “prostitutas inmiscuidas en cuestión”, pero desde mi perspectiva y tras comprender algunas circunstancias de sus vidas actuales, las considero mujeres dignas de llevar su cabeza en alto donde quiera que vayan, sin importar su pasado o las arrugas y nietos que ostenten actualmente; ninguna de estas mujeres se acostaba con NINGUN hombre casado o comprometido del lugar, difícilmente se les veía transitar por las calles y aunque tenían libertad para hacerlo, puesto que era la casa familiar de estas, decidían alejarse de todo el balbuceo de los puritanos. “esas mujeres NO pueden dar hijos” comentaban los más viejos como si tuvieran la razón en sus labios; con sus conversaciones inapropiadas sustentaban el enunciado que reza: “Pueblo chico, infierno grande” … es entonces cuando comprendo que su sentido de responsabilidad trascendía más allá de su profesión con legado milenario asumiendo una postura digna de no traer hijos al mundo de un padre ignorado. Entonces: Quien es más pecadora, la que tira la piedra y esconde la mano o la que muestra sus vacías y “sucias manos” sin avergonzarse por quien es? Una puta entrega su cuerpo, más NO su pudor, una prostituta vende al mejor postor por dinero y sin mesura su dignidad… es ahí cuando vuelvo a reafirmar que: “Las Putas NO son prostitutas …!!!