Hace tres semanas me encontré en uno de los pasillos de un supermercado con Dayanara, una amiga que tenía varios meses sin verle. Luego de saludarme muy entusiasta me dijo con tono de asombro y en voz alta: Wow! Pero que delgado estás, cuidado contigo! Tu crees?, respondí tratando de no importarme su desacertado comentario.
Quise ignorar sus palabras, más no fué así. Procedí luego a pesarme en uno de esos pesos monederos argentinos que te dicen a leguas hasta un insulto si estás en sobrepeso. Ahí estaba yo, con tres libras por encima del peso que acostumbro a tener en mi estandar de vida y sistema metabólico. "Eres un individuo justo, dijo la sabia báscula y me marché sin menos remordimiento y sin ningún atropeyo emocional.
mi peso corporal no es algo que me preocupe siempre y cuando esté en salud y con las libras justas en proporción a mi estatura y consistencia física; hay otras cosas por las que si debemos preocuparnos a menudo. El comentario mordaz de mi amiga Dayanara, me acordó que existen muchas personas como ella exparsidas como semillas de mostaza. Por mala suerte, las personas de esta índole son vulnerables en extremo y se ofenden con facilidad.
Es ahí cuando ubico los insensatos y las personas que con sus palabras hieren a los demás. Mi personalidad es tan segura que dificilmente me hiera algún comentario inoportuno del todo. Para mí, hay algunas reglas de vida que me gusta mantener conforme al paso de los días y eltrato con las personas: una de ella es la Sensatez. Cuando eres sensato, no eres capaz de usar tu palabra para herir a alguien y saborear el placer de haber dicho lo que se te antojó.
Oportuno: Si lo eres, sabrás cuando, como, donde, por qué y con quien expresar tu punto de vista o hacer una sugerencia o corregir algo que entiendes no está del todo bien.
Las personas que hacen maldad a conciencia con sus palabras y quieren ridiculizar a los demás, son ellos mismos quienes terminan siendo apartados por los que soportan hasta un día sus palabras, expresiones y comentarios desacertados.
2 comentarios:
No sabes cuanto te entiendo, el 31 de diciembre me encontré con una miga que tenia años sin ver, tenia muchas ganas de contarle cosas Importantes, pero ella estuvo muy ocupada toda la noche recordandome el peso, de verdad ya no te hieren las palabras sino la falta de atención a las cosas realmente importantes no se de repente: Hla amiga que es de tu vida que haz alcanzado, haz tenido exito, eres feliz?
Dice una canción de Mocedades:
Muchas veces las palabras
significan mucho más.
No parecen ser mentira
ni parecen ser verdad.
Y se dicen muy de prisa
o se dicen sin pensar.
Van y vienen con la brisa
como el agua del mar.
Las palabras.
Las palabras son tan vanas
cuando no se dicen con el corazón.
De la nada
se disparan.
Pero si no tienen alma
aunque brillen como el sol
que se vayan con el último adiós.
Hay que pensar bien antes de hablar.
Besos!!!
Post data: me rei mucho con lo del peso,(jajaja) "Eres muy justo!" pero bueno, ese peso como que tenía un poco de intuición.
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