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viernes, 19 de septiembre de 2008

Manual de Sobrevivencia Laboral !!!

Terminé sentado en esa silla de bambú tan irritado, que podía verme grabitando haciendo "Yoga Mental" ante el disturbio presentado con mis entrevistados del día. El hecho no fué haberme cancelado dos veces la entrevista anterior, gentilmente había aceptado acoplarme a su agenda, eso implicaba hacer reajustes en la mía, pero como saben, si eres radical a "raja tabla", la gente te mira con otra connotación. Llegué super puntual al punto de encuentro, pero vaya sorpresa, no era el lugar, este cliente antojadizamente cambió el lugar de la entrevista; imagino que pensaría que yo tenía poderes de telepatía o podía imaginarmelo. Ahora entienden por qué aveces digo que este siglo es una porquería haciendo alardes de que hemos llegado al tope de la comunicación efectiva? Costaba mucho decir, señor valentín, hemos acordado a último momento, hacer la entrevista en X lugar ... o poner un mail. La gente arbitraria es egoista extremadamente, sólo les importa su tiempo, los demás que se vuelvan un etcétera.

Era el tercer postre que despreciaba por parte de esa señora que tímidamente se esforzaba por agradarme, veía como esquibaba mi mirada ante su osadía, pero nunca se acercó a decir las palabras mágicas que en este chiquero "Santo Domingo" las personas no acostumbran a decir (generalmente) ... "Lo siento", o que tal una más simple "Disculpas" Ja! luego me miran mal cuando expreso que en esta isla la gente es "grosera" "irrespetuosa" y te dicen "gracias" entre los dientes. Al carajo este sistema asqueroso que arrastramos presumiendo ser un país a la vanguardia tan sólo por tener marinas, casinos, villas con millones con un hermoso mar en frente y la mayoría de su población ni siquiera conoce los principios básicos de ser atentos, cordiales y expresivos ante la competencia de ser mejores profesionales y ciudadanos.

Desea un capuchino señor Valentín? volvía a preguntarme por 4ta. vez una de mis entrevistadas, yo levanté mi mirada sientiendo que mis mejillas explotaban ruborizadas con ese rojo ocasional que se proyecta en ellas cuando me apeno o estoy lleno de rabia. No señora; mil gracias, le respondí, mientras la miraba alejarse. Decir no ante un postre o un café sin importar la hora del día es sinónimo de estar contrariado hasta el fondo. Puedo usar una de tus frases? me preguntó un compañero de trabajo, mirándome tímidamente. Por supuesto, le respondí echando a un lado la diminuta revista de bolsillo que ojeaba en mis manos. "No te cierres" ... te noto bloqueado! ... lo miré dejando escapar una sonrisa leve, volteando la mirada a esa joven camarera que se inclinaba ante mi compañero de trabajo, mostrando algo más que una bandeja con un café humeante, canela en polvo, azúcar y crema. Abrí esa puerta ignorando el murmullo de adolescentes colegiales que devoraban con pocas ganas un cheescake o una pirámide rebosante de dulce de leche y caramelo, al salir al parqueo, comprendí que nunca debía salir a la calle sin ese manual que tengo y conozco ante cada circunstancia de la vida, creo que este día había olvidado echarle una ojeadita al "Manual de Sobrevivencia Laboral"

4 comentarios:

Pilar Cita dijo...

Creo que te pasa como a mi: que no soportamos la mala educación.

Es tan fácil, tan sencillo, lleva tan poco tiempo... y la gente es egoísta.

Un beso solidario y abrazo largo de cariño.

luna*azul dijo...

Es imposible creer que hayas rechazado un dulc de ese lugar, en fin, tendrias q estar muy molesto como para que un dulce no tuviera el poder de borrar el momento amargo que pasaste esa tarde.
un dulce lo borra todo, te endulza la vida.no lo vuelvas a hacer, o al menos no me lo digas.
un abrazo.

Zara dijo...

Vaya, un mal día. Parece que cada vez que visito tu blog tienes un mal día, voy a tener que dejar de visitarlo para hacerte un favor...aunque no sé si soy tan buena persona como para perderme tus posts sólo para que tú tengas un buen día...déjame pensarlo.
Por cierto, a mi me ponen de muy, muy mala ostia la gente que no cumple, se creen que no tienes nada mejor que hacer que adaptarte a sus caprichos y luego no tienen ni la decencia de disculparse, como si lo más lógico y normal fuese su proceder. De verdad que...me pone de una mala leche los incompetentes.
En fín, más suerte la próxima vez.
Besos, xaop.

Anónimo dijo...

La mala educación trasciende aquello que nos perturba, a mi me supera y reconozco q es arduo nadar contra la corriente, por otro lado quiero leerte con detenimiento e invitarte a visitarme., ya te enlacé a mis laberintos favoritos, para estar mas cerca, valga una propuesta calida de amistad dde la Argentina.
Besos

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