CANINOS !!!

No tuve tiempo de escribir las memorias de mi perro Bumbury … un día cualquiera simplemente murió; Dicen que las mascotas se parecen a su dueño y lo creo. Bumbury era muy bohemio, cariñoso hasta el cansancio y nunca hacía caso a los mandatos que mi madre o mis hermanos le decían. Era sobre-protector por naturaleza, antes de dormir, hacía su ritual de andanza por la casa de mis hermanas Miriam, Hilda, y donde mi hermanito Hikohishi, en mi casa siempre se preguntaban por qué hacía eso todas las noches; yo les decía que en su función de cuidarlos a todos en la familia, simplemente hacía su trabajo. Cuando llegaba a casa de mi madre, donde él vivía, se abalanchaba sobre mí y no valían regaños, siempre estaba jugueteando; incluso cuando le reprochaba algo, se quedaba tranquilo cerca de mí. En las navidades pasadas, me acompañaba a todos los lugares, si salía de casa y no me veía, llegaba luego detrás. Decirle “Quédate” significaba para el “ven” … le encantaba juguetear con los niños en la casa, incluso con “Musso” el gato, se llevaban súper-bien. (ahí pueden verlo al lado de Pam, posando sin que nadie le dijera)

Cuando mi perro murió, entristecí mucho. En mi casa crecimos siempre con mascotas, mi padre nos inculcó el amor por los animales, cuidarlos, protegerlos, de hecho ninguno de nosotros podía tener una mascota si no era responsable de cuidar de la misma. … El sábado por la tarde, luego de mi andanza de norte a sur, llegué a casa y en frente de la misma, habían 3 hermosos cachorros que una de mis tía le había enviado de regalo a mi madre, me emocioné al verlos, al tiempo que despertaba por vez primera el “egoísmo” de querer tenerlos los tres , traérmelos a vivir conmigo a Santo Domingo. Aún no tenían nombres y por supuesto me encargué de ponerles el suyo; mi actual perro “roble” un cachorro Fox terrier, algo tímido, me miraba receloso cuando jugueteaba con los pequeños de la casa. Sabía que sólo debía conformarme con volver a ser niño de nuevo sin poder traerme alguno conmigo.

… sabias tío que tú fueras un buen veterinario si hubieras estudiado esta carrera, me decía Pam. Por qué? Le preguntaba mirándola fijamente con afecto. “Es que eres muy cariñoso con los animales”, los tratas como si fueran personas. La miré sonrientemente y abrazándola le dije: “Mi amor, las personas cuando algo nos duele, cuando tenemos hambre, cuando queremos algo, lo decimos, los animales no tienen esa facilidad, somos sus amos quienes debemos estar atentos a su salud, a su comportamiento cotidiano y procurar que los mismos sean parte de nuestra familia, bien tratados. Ayer, cuando salí de casa, uno de los cachorritos estaba triste, no sé si le hacía falta su madre, lo escuché llorar casi toda la noche, en la mañana deseé tanto ser veterinario y me acordé de las sabias palabras que me había dicho mi sobrina.
Que cómo le puse a los demás cachorros? … a uno le puse Naipe, a otro Garu, y al otro _ _ _ _ (qué? Acaso nunca llenaron crucigrama cuando estaban en primaria? … deidad hindú de 10 brazos… sin k. lol! Oooops! Jajajajajaja) … a ver quien adivina!