Me encanta acabar con los mitos. Anoche desterré las últimas suposiciones mientras me perdía en la ciudad con mi “fiebre de sábado por la noche”. Luego de dar algunas vueltas y uno que otro trago, decidimos convertirnos mis amigos y yo en noctámbulos, adentrarnos un poco en lo más recóndito de la metrópolis. Fuimos a parar a ese club al que yo tenía varias entradas sin usar; las expectativas anunciaban un buen show. Música electrónica, trago de bienvenida y las chicas más sexy en el vestíbulo. A los pocos minutos salieron e invadieron el lugar, las enfermeras más atrevidas que puedan imaginarse.
El morbo se dibujó en la cara de mis amigos mientras las sugerentes chicas caminaban de un lado a otro con ese paso firme como "res al matadero". Nunca un estetoscopio se había visto tan bien puesto como lo llevaban colgado estas singulares enfermeras en sus escotes. Todos deseábamos en verdad “estar enfermos” y ser atendidos por estas esculturales chicas que sin duda alguna tenían etiquetas “Made In Venezuela” ... Dj Tiesto, Deep Dish & Paul Van Dick se encargaron de amenizar con su mezcla el ambiente. Nadie temía a las jeringas que en su interior no contenían penicilina ni complejo B, tenían los tragos más embriagantes de la noche, acordándonos el festejo de las calles de New Orleans. Uno de mis amigos expresaba que deseaba estar enfermo el lunes, para ser sanado en una clínica por una bella enfermera. Reí tanto que casi me dolía el diafragma, reía asesinando esa leyenda que aún tiene vestigios en afirmar que las enfermeras son sexy todas. De nuevo la situación momentánea me hacía retroceder escenas en que terminaría con la razón completamente.
Cuando mi sobrino Erick lo llevaron a su habitación al practicarle una cirugía, me quedé horas con él y mi hermana en la clínica; su habitación quedaba justo en el piso del departamento de enfermería. Pensé que el trafico de chicas exuberantes, con labios sensuales y fragancia Lolita Lempicka invadiría el pasillo arrastrándome a ser paciente ambulatorio, por desgracia no fue así.
Cuando entró esa enfermera al chequeo habitual de mi sobrino, lo último que acarreaba era erotismo; una mujer ordinaria, de algunos 45 años con aspecto de “marchanta”. Y qué decir cuando me tocó estar yendo y viniendo por casi dos semanas estando mi madre interna, recuerdo que la enfermera del turno de la noche era tan delgada que parecía anoréxica, creo que no debía tener 100 libras. Cada vez que voy a una clínica o un hospital abro bien mis ojos por todos los rincones y les juro que nunca he visto una enfermera sexy, la más atractiva que he podido ver es mi cuñada Ivon.
Dos de mis amigos eran conducidos a esas camillas que en el escenario recreaban una sala de emergencias, ellos con cara de felicidad babeaban al ser conducidos por estas diosas bronceadas de pechos perfectos y caderas proporcionadas. Si el arquetipo “Higia” era visto desde antaño con tanta hermosura y sensualismo, este era el lugar en que “Asclepio” se sentiría muy conforme con su descendencia. Pero, en que parte del mundo existían las enfermeras sexy? Acaso eran una leyenda urbana o en este país había que recurrir a sátiras para tener razón universal? Salimos del lugar sin prescripción médica; o sin residuos de olor a suero vitaminado. Yo había tenido una sesión de risoterapia gratis y la conclusión del mito urbano que pondría punto final a mi interrogante de años.
4 comentarios:
Jajjajajaj Tranquilo en Venezuela tambien son asi, inclusive, algunas no todas, te tratan mal.
Saludos!!!
Jajaja que risa con esto!
Hola mi niño!!!!!
vaya cuanto sin pasar por aca...por lo que veo estas bien..
Tu entrada me ha dado risa, por que la verdad siempre me pregunto lo mismo..por que las enfermeras son sexys?? que tiene que ver una cosa con la otra...ehh...bueno ese es otro mito..jaja
Un besasoo muñeco!!
Pero si son estas marchantas, anoréxicas y pocos seductoras las que se sacrifican y lo dan todo por el paciente, trabajando por un sueldo y condiciones laborales miserables, en un país, donde vives, donde se promueven los proyectos inútiles para beneficios de unos pocos, para como siempre dejar a un lado la educación y sobre todo la salud... aún así estas guerreras deciden levantarse día tras día y pasar más tiempo cuidando a personas que no conocen que con su propia familia, todo por ese sueldito, que como te has dado cuenta no da para el salón, maquillaje, ni siquiera una dieta dignificante. Yo diría que más que estar al servicio de un dios insignificate de varita "curalo todo", ellas sirven a ese Dios, que las ve y ve su sacrificio y sí se siente orgulloso de ellas, a pesar de no ser las enfermeras eróticas de jeringas alcoholizadas, mmmm, me pregunto que pensara sobre esas. :P
Saludos!
PD: Hay un error de hechos, las enfermeras no usan estetoscopio, pero me imagino que esa noche a nadie le importo, ni le pareció relevante, jajajaja!
Mariangel & Massy, un abrazo inmenso y un beso para ambas. :)
Mi hermano Saul: mmmmm! Pues mira que te doy plenamente la razón con todo eso que dices de las pobrecitas enfermeras, pero indiscutiblemente vivimos en un país que para algunas cosas "somos tercer-mundistas" ... para mi las mismas son heroes, salvadoras de vidas, etc. Pero, las cosas como son, o no? ... me consta que al menos en este país no hay enfermeras sexy, creo que debes tu saber mas de eso que yo, cierto? jajajajajajaja!
Un abrazo Saul,son bienvenidos tus coments siempre! ;)
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