Cuando nadie nos ve ... !!!

Ahí estaba yo de nuevo en "Azotea 7" ... extasiado con asiento en primera fila observando a lo lejos esa jovencita de algunos 14 años, quizá no más, danzando un jueves cualquiera en el balcón de su casa jugando a ser bailarina con movimientos bruscos, torpes y a la vez graciosos. Sonreí sin subestimar el sueño de esta jovencita en sobrepeso, sin traje de tutú o zapatillas de bailarina. En este momento, ella daba riendas sueltas a una quimera dentro de su ser, dejando escapar una fantasía acurrucada en lo recóndito de su alma para ganarle al pesimismo ocasional de los destructores de sueños.

La noche llegaba casi a la mitad y ella continuaba danzando en su corto espacio, arqueaba sus brazos y algunas veces se aferraba al herraje del balcón extasiando su cabeza hacia atrás, como si estos barrotes delgados fueran las manos sagaces de su compañero de danza. Mientras perdía la vista en el entorno de luces tenues, disfrutando de la escena cinematográfica con repetición de horario, pensé en como actuamos y somos “CUANDO NADIE NOS VE” … ese momento en que desnudamos el alma y damos la bienvenida a los sueños o descendemos al inframundo para mostrarnos sin mirada alguna, desnudos, un fragmento de nuestra personalidad o simplemente la parte que llevamos escondida dentro del pecho y que dejamos aflorar cuando estamos a solas, cuando creemos que no hay auditorio en nuestro alrededor.

Todos tenemos secretos al cerrar la puerta de nuestra conciencia? Dejamos al descubierto los deseos lascivos o los escondemos como letras de un criptograma? Desnudamos nuestro verdadero YO al escondernos de los ojos que intrigan nuestros pasos? … Ahora era un simple espectador sin morbo, con la casualidad de la noche cálida, tan escasa como las estrellas fugaces que podían observarse alguna vez. En algún momento de nuestra vida nos gana la franqueza y despejamos el encierro de nuestra espalda para liberar el deseo prisionero de vivir sin premura ante un respirar con rigidez, como cuando un día decides romper los esquemas y hacer lo que durante años privaste disfrutar; yo esporádicamente disfruto mojarme bajo la lluvia y siempre que sea posible, nadar desnudo plácidamente en las azules aguas de nuestros mares…

…Volví a mirar a la bailarina luego de perderme por un momento en el mar de preguntas inusuales; esta vez había cambiado el paso, el ritmo. Bailaba con pasos cadenciosos una bachata acompañada de un señor de algunos 40 años, quizás su padre. Terminaba la escena de soñadora para volverse a vestir con la realidad de su cotidianidad, pero una noche cualquiera, sin pensar ser vista, en su soledad, en su balcón, en su interior, ella seguiría danzando al compás de su música imaginaria, dando riendas sueltas para ser una princesa del ballet.

Y tú, qué haces cuando nadie te ve???