Me quedé en el farallón observando como el viento movía de un lado a otro las hierbas trayéndome un déja vú inusual; recordando mi película favorita, “The Gladiador” … la escena en que Maximus movía sus brazos acariciando levemente las frágiles espigas estériles dando paso a otro umbral, olvidando las palabras agitadas de los espectadores propios del entorno corroídos por el morbo, el deseo de poder, venganza y justicia momentánea fijada por la lucha constante de un verdadero héroe. Nuestra cotidianidad, sin dramatismo, con etapas, sueños y luchas constantes forjadoras de temporadas en nuestras vidas, tienen pinceladas extremistas con sentimientos y obstáculos que van de la mano para dejarnos un sabor marcado, un aprendizaje o ascender a un nivel donde la plenitud total de nuestra conciencia estaría en paz si alguna vez pudiéramos regresar el tiempo y cerciorarnos con toda firmeza que tan solo un abrazo puede cambiar un suceso; nos daríamos cuenta que tan sólo una palabra, un te quiero, un simple perdón o callar en el momento oportuno, propiciaría días extras en la vida de muchas personas. “La voz del alma es la conciencia” y la misma nos hace regresar a su antojo frente al espejo de la vida para cobrarnos con un poco de nostalgia y resignación nuestras osadías; lo mejor de esto es la certeza de comprender que somos entes capaces de cambiar el futuro por medio de las acciones que hagamos en el presente.
La brisa acariciaba el entorno escapando por el barranco hasta perderse en los confines del inmenso mar, azul, apaciguado, como la ausencia de mis palabras momentáneas sumergidas en el recuerdo más cálido, entrañable y eterno. Algunas veces tenemos que ser gladiadores para luchar con tantas contradicciones que aturden nuestros pensamientos, nuestra placidez; otras veces, nos toca ser gladiador y defender a los nuestros, luchar por quienes amamos, por quienes profesamos amor infinito y duradero. Todo en la vida incluye un sacrificio. Los sentimientos nobles no se intercambian, ni mueren de la noche a la mañana. Cuando amas de verdad dejas de ser egoísta, comprendes que el afecto se hizo para expresarlo. Cuando somos jueces de vidas ajenas con vínculos arraigados frente a quien ponemos en el paredón de acusados, terminamos alguna vez comprendiendo que cada quien es capitán del barco que timonea y las acciones mal obradas sin arrepentimiento son consumidas por la indiferencia, el olvido o rencor momentáneo, aunque otras tantas, el pensamiento es tan libre como el recuerdo, como el viento mismo que arrullaba en romance las debiluchas pajillas de la hierba colindante de un sendero al que muchos les toca transitar sin la compañía de ningún gladiador …
La brisa acariciaba el entorno escapando por el barranco hasta perderse en los confines del inmenso mar, azul, apaciguado, como la ausencia de mis palabras momentáneas sumergidas en el recuerdo más cálido, entrañable y eterno. Algunas veces tenemos que ser gladiadores para luchar con tantas contradicciones que aturden nuestros pensamientos, nuestra placidez; otras veces, nos toca ser gladiador y defender a los nuestros, luchar por quienes amamos, por quienes profesamos amor infinito y duradero. Todo en la vida incluye un sacrificio. Los sentimientos nobles no se intercambian, ni mueren de la noche a la mañana. Cuando amas de verdad dejas de ser egoísta, comprendes que el afecto se hizo para expresarlo. Cuando somos jueces de vidas ajenas con vínculos arraigados frente a quien ponemos en el paredón de acusados, terminamos alguna vez comprendiendo que cada quien es capitán del barco que timonea y las acciones mal obradas sin arrepentimiento son consumidas por la indiferencia, el olvido o rencor momentáneo, aunque otras tantas, el pensamiento es tan libre como el recuerdo, como el viento mismo que arrullaba en romance las debiluchas pajillas de la hierba colindante de un sendero al que muchos les toca transitar sin la compañía de ningún gladiador …
8 comentarios:
Me encanta la foto. Tu siempre buscando arte y metaforas donde muchos vemos simple malezas, matorrales y cosas normales jejejejejejeje. Coincido con tu amiga Clau en "carelibro" eres un desgraciado poniendo esas fotos increibles sobre destinos que nos dejan verdes de envidia. Al menos invita.
Tas perdio, donde es que te metes?
pdata: no te broncees tanto
Ser Jueces no lleva a nada, mucho menos de las vidas ajenas….por eso es mejor de pronto silenciar al mundo y volver a escuchar lo que las espigas al viento dicen…una abrazo enorme.
las palabras son muy agradables, junto a la musica de fondo.
la pelicula me encanta, mas bien me agrada esa epoca del mundo.
me has animado y recordado cuanto he hecho .
un abrazo.^^
Hola
Vale querido pues me encanta esta peli en general las culturas antiguas Grecia, Roma, Egipto, Mesopotamia y agregaría las mesoamericanas son riquisimas.
Gladiador ciertamente me gusta es una película de una foto maravillosa y JOaquin Phoeenix me encanta en esta movie.
Sabes, ayer sufrí porque Ada Aimee que era mi favorita no gano Miss Universe, lastima que no le hayan planteado bien la pregunta o no la haya entendido, es belllisima.
Snif snif.
En la vida nada es gratis siempre hay que pagar un precio por todas las cosas que experimentamos en nuestras vidas, ya sean buenas o malas.
Te cuento esa película me encanta y te digo algo más, la que sale de esposa del Gladiador por unos minutos en esa película, es Gianina Facio, una costarricense, esposa del director de la película y muy amiga mía.
Y es cierto, a veces somos gladiadores en este mundo de injusticia y como bien dices cuando se ama de verdad, con ese amor profundo, las muestras de ese cariño no se dejan esperar.
Así que luchemos día a día para hacer un mundo mejor en esta tierra, y así como las espigas del campo, debemos reproducir el amor y el sacrifico que nos pide el mundo donde vivimos.
Saludos
Ese abrazo que no se dio, y aunque se de de nuevo, ya no podrá cambiar nada de la misma manera.
Un abrazo, Valentín.
José Roberto Coppola
Me haz hecho meditar un poco. Recuerdo cuándo era pequeña(no hay mucha diferencia, ya que aún soy enana, no crecí mucho que digamos).
Esas tardes de verano, en el campo. En dónde puedes escuchar la brisa, ver la hierba moverse, que recuerdos aquellos. Un silencio obsoluto.
Se agradece el Post, excelente como siempre...
Besitos, valentín!
“La voz del alma es la conciencia”
EXCELENTE AFIRMACIÓN!!!
BESITOS.
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