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lunes, 31 de mayo de 2010

Políticos, cerdos y oportunistas ...


Sólo quien me conoce de cerca o tiene cierta intimidad con los míos, sabe que tengo procedencia de padres políticos. No es un secreto a voces puesto que su lealtad y su apoyo partidario se mantienen intacto sin importar el paso de los años. Soy de los que piensan que una de las virtudes más extraordinaria de un ser humano es la “Fidelidad”, la “Lealtad”, manteniendo por supuesto abierto el entendimiento ante las diferentes eventualidades que cambian el sistema social con decisiones políticas, leyes y actuaciones que repercuten en cada persona. Los latinos cada día somos más tercermundistas sin importar que celebremos el bicentenario, más bien deberíamos crear conciencia y desterrar la hipocresía que envuelve cada vez más la sociedad; difícilmente encuentres quien exprese sin tapujo alguno su preferencia política y aunque ese “derecho que asiste a cada ciudadano” de expresarlo o no, es visto como un punto controversial cuando esa ideología política no es asumida por algunos en los diferentes círculos donde te conduces.

Los intereses políticos, la ambición de poder y la mala administración de gobernantes a lo largo de los siglos han hecho colapsar imperios dejando rastros de sangre, muertes, destrucción, dolor e historia impresa en leyendas donde algunos rufianes y aventureros como el “Che Guevara” son vistos como ídolos políticos cuando en realidad no fue así. Cada día más, crecen los oportunistas, los desleales, los “atrapa – centavos” siendo de una forma u otra los verdaderos traidores de la patria, personas de doble moral, tan hábiles que se deslizan silenciosos como las serpientes buscando el enriquecimiento personal sacando provecho ante cada situación electoral entre candidatos y millones que se depositan en las manos de tantos políticos descarados, el sudor de miles de personas que trabajamos arduamente todos los días para enriquecer la fortuna de los oportunistas. Se habla mucho de los dirigentes políticos, de los que vemos sus caras en afiches, en vayas y spot de televisión, pero lo cierto es que, los verdaderos escorias, los verdaderos buitres, los verdaderos azarosos y traidores de la patria son los que venden el honor de su familia, su honor propio, su voto y la poca o ninguna credibilidad que ostentan y cuando les ve a simple vista, crees que estos no son capaces de romper un plato, por supuesto que rompen la vajilla completa.

Detesto las personas grises, mediocres, tibias e indecisas, esas que nunca sabes asegurar con certeza de que lado están y no lo piensan dos veces a la hora de enviar a la guillotina a alguien o dañarle su reputación con su veneno eficaz al desplazarse lentamente como el fuego en los matorrales. De mi padre, recuerdo la hazaña más noble al enfrentar a todos sus compañeros de partido al querer acorralarlo tratando de ensuciarle la reputación a mi hermano mayor recién comenzando a desarrollar su carrera universitaria; desde ese momento fue reiterativo y con agallas, valor y la acostumbrada integridad que le caracterizó, abandonó sin pensarlo dos veces las bases de un partido irrespetuoso. Mi madre nunca ha permitido que sus pasos por la política toquen la esencia de sus bondades u ofenderle a sus amistades contrarias a su tendencia política, se que nunca lo haría. Yo no concibo la idea de que alguien que “aparentemente pertenezca a un partido político determinado” que se encuentre en el gobierno, le haga huelgas, marchas, levantamientos y chantajes, porque hasta donde tenemos entendido los concientes, “la ropa sucia se lava en casa” al final todos sabemos que son artimañas para escalar, para usar la estrategia de brindar un apoyo falso, desleal y luego querer demostrar lealtad con reconocimientos hipócritas. Quienes deseamos el verdadero progreso, madrugamos todos los días para echar adelante la nación, para ser productivos sin importar que duremos en nuestras jornadas laborales más de 12 horas de trabajo todos los días, no nos quedamos en casa sentados esperando ser mantenidos por el gobierno o sacar provecho a las relaciones políticas de los nuestros.

Al final, cada quien se conoce, cada uno de nosotros termina con una estampa y siendo separados las cabras de los corderos. Los sindicalistas ladrones que venden sus “luchas falsas” por millones dejan de tener credibilidad alguna y repudiados por toda la nación. La honestidad no se compra, ni se adquiere cuando no ha sido forjada en la familia y pone al descubierto a quienes intentan “infiltrarse” en un partido o en los alrededores de un candidato político porque cuando ese expediente personal tiene metido en el lodo a padres inescrupulosos, de nada vale querer brillar si en realidad no eres una estrella, tampoco funciona el hecho de dividirse la familia en diferentes partidos para estar siempre “pegado al poder” cuando una acción deshonesta como esta es puesta en escena, sin importar que esta escena se desarrolle en plena jungla, quienes no tenemos un manto de bruteza en nuestros ojos, nos daremos cuenta que sus estrategias son tan sucias, burdas y repugnates como el cerdo: "por más que intente bañarse o aparentar tener cierta pulcritud, va a ser indiscutiblemente asqueroso" …

 
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4 comentarios:

Zab dijo...

Nuestro querido pueblo aprende muy lentamente. Los oportunistas, como dices, aveces "tiran" tantas señales de ignoracia con relación a lo que quieren hacer en el gobierno, que los votantes deberían darse cuenta.

Los cargos son una repartición aveces estúpida ante los candidatos brutos.

Pero como dices. La familia y la imagen pulcra debería estar por encima de todo tipo de fanatismo político. ESE ES EL PROBLEMAZO DOMINICANO, somos fanáticos aunque no los "metan frío."

saludos

Junior Cid dijo...

Estoy esperando ancioso a que la política dominicana y sus ramificaciones llegue al pico máximo que algún día llegará, cuando explote todo esto ¿que tendremos al final? ¿Un Chavez? o ¿una guerrilla en las montañas del cibao?

La imagen del cerdo esta nítida, pero se ve más serio que los políticos de aquí.

Dulciblue dijo...

La verdad es que no estoy a favor de ningun partido.Para las proximas elecciones votare por el que me dicte la consciencia.

Estoy muy desencantada de la masa politica y sus perjuicios al pueblo. Deberiamos copiar a Eu en eso. Luchar por un bien común: el bienestar del pais.

A las personas que titulo con el nombre de amigo o amiga son muy pocas, asi mismo las defiendo donde quiera que este. En cuanto a los politicos, no doy mi cara por ellos por que aunque hay personas respetuosas trabajando en esta area, asi existen muchisimos cerdos.


besossss

Unknown dijo...

Hermano, como alguien que viene de una familia de políticos también, te entiendo, porque hay valores que ciertos oportunistas y aprovechados que se hacen llamar políticos no entienden, yo en lo particular detesto los partidos políticos, que en general son una madriguera de delincuentes con disfraz, los menos son los buenos , como dijo Fito Paez – en Latinoamérica la política es uan falta de respeto y un atropello a la razón- lamentablemente concedo razón a eso…un abrazo.

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