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jueves, 27 de diciembre de 2007

VANITY + VANIDAD !!!


“Príncipe“. Así le llaman los amigos y allegados a Jairo, cuya vida circula en torno a la moda, zapatos italianos, perfumes y relojes de grandes marcas los cuales combinaba con cada zapato o atuendo que se pone.

Su clóset es tan inmenso que ocupa más lugar que su aposento. Dura hora frente a su clóset buscando cada prenda que armonice de pies a cabeza cuando sale por la puerta de su apartamento.

Cambia de novia cada dos meses y le gusta que quienes le miran o se encuentran con él, hagan buenos comentarios de su apariencia o de que tiene el último celular o reloj en la muñeca de su brazo.

La primera vez que le ví, supe que en su interior tenía un gran vacío que buscaba llenar con exterioridades. Jairo es uno de los mejores amigos de mi hermano y vecinos en Europa. Volví a verlo hace varios días en un encuentro de amistades y comprobé la gran vanidad que le invadía... No era el tipo presumido de entrada, pero cuando mirabas su mano, veías el llavero con la marca adjunta del carro que dejaba perplejo a los que se sumergen en un mundo en el que las cosas materiales son todo para ellos.



Al recordar el mundo materialista de algunos mortales, pensé en “Nena” así le llaman a una amiga de mi hermana que estudiaron juntas; era hermosa por demás, pero era tan engreída que caía mal. Se jactaba de cada parte de su cuerpo...de su cabellera perfecta, de sus labios carnosos y de su boca sensual.

Apenas tenía 16 años cuando recibió la propuesta de un “caza talentos” para llevarla a Brasil y modelar en traje de baño, hacer desnudos y fotografía artística. (Como si las mujeres más exóticas y hermosas del mundo no estuvieran en Brasil) ... Lo cierto es que “Nena” fue violada por ese inescrupuloso y oportunista señor que se aprovechaba de ella y le obligaba a tomarse fotos en todas las poses que él deseaba.




“Nena” dejó de tener el brillo de su hermosura y parecía una flor marchita. Eso no bastó para que dejara de presumir un poco; al contrario, hacía alarde de su viaje y de su aventura hermosa sin mencionar todo lo que anteriormente escribí. Al paso de algunos meses, esta joven que apenas cumplía 17 años, era una de las caras de las páginas pornográficas de Internet y sus fotos impresas andaban en manos de todos los hombres morbosos como la revista Play boy.

A sus 25 años, era el doble de presumida y a pesar de no tener 6 pies de estatura, deseaba tener el cuerpo perfecto. Se sumergió en el laberinto de las dietas “pasa hambre”. su cuerpo comenzó a desgastarse y enflaquecer. Una leve tos le hacia compañía y afloraba cada vez que quería emitir palabra alguna. Cuando fue a una consulta médica, la engreída nena, tenía una tuberculosis avanzada.

Cuando se enteró que los demás sabían que tenía tuberculosis y que su vanidad le había hecho fracasar, no volvió sus pasos donde sus conocidos, buscó futuro en otro país queriendo ocultar su vergüenza.


La vanidad arropa por completo los buenos sentimientos y convierte a las personas en un témpano de hielo.

Pienso en estos dos personajes y sin juzgarlos veo los infelices que son. El primero, no es descendiente de reyes, pero en su mundo es un príncipe, un príncipe que usa ropa deteriorada los días de trabajo para hacer conexiones eléctricas, instalar puertas y perforar paredes. ( y usa ropa de marcas para cubrir la fachada de su cotidiano trabajo de lunes a sábado)

“Nena” busca horizonte en otros puertos para olvidar que nació en la más grande pobreza y con muchas precariedades ( las cuales quiere olvidar y demostrar todo lo contrario)

Ámate sin elevar el ego por encima de tus hombros; acepta la realidad de tu vida y procura superar los fantasmas de tu vida sin olvidarte de tus orígenes. El hecho de que nazcas pobre, no quiere decir que mueras pobre; pero no tienes que vivir un mundo de falsedad para demostrarle a quienes te rodean, que vives en un mundo perfecto; quienes viven de la vanidad, perecen en un mundo olvidado por todos los que le rodean e ignorados por quienes tienen los pies bien puesto sobre la tierra y atesoran a las personas por sus sentimientos internos.

1 comentario:

Dulciblue dijo...

Muy triste la historia pero es la realidad que vivimos: un mundo de superficial vanidad.

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