Casi terminaba la tarde y aún faltándome algunas horas para terminar mi trabajo cotidiano; presencié como un jefe insultaba delante de todos a un compañero de trabajo; no le bastó explotar frente a todos los presentes, usó su poder de jefe para restregarle en la cara a este joven que había hecho un mal trabajo. Este no dijo una sola palabra y aceptó su error sin dar detalles.
Para ignorar el entorno bullicioso y no inmiscuirme ( a parte de que sentí un poco de verguenza ajena) me retiré del lugar unos minutos y regresé cuando las aguas habian vuelto a su lugar. Qué le daba derecho a este señor para ser arrogante y minimizar el estatus de este compañero? Acaso ser el presidente de la compañía era equivalente a tirar por el piso a los demás con sus insultos?
Las personas arrogantes, son otro estereotipo que no encajan en el engranaje de comportamiento y aceptación total de convivencia con mi personalidad pacifista y guerrillera a la vez.
Cuando no estás en armonía con tu parte espiritual, atraes a ti discordia y desunión. Surge de tu mundo interno toda una energía de querer nadar contra la corriente, sin ir a ninguna parte, generando en ti solamente atraso, cansancio y una total actitud de arrogancia.
Te pusiste a pensar por que no quieres ir con la corriente? Cuando aprendas a ir por la corriente, te armonizarás con todo y con todos los que tienes a tu alrededor.
Descubrirás que estarás en armonía contigo y toda esa energía se manifestará en el exterior, ya no estarás fuera de lugar, sino que congeniarás a la perfección con todas las personas. Todo esto lo trae como resultado la arrogancia. Muchas personas arrogantes tienden a sentirse un poco inferiores o tener complejos.
La soberbia y la prepotencia le anteceden a las personas arrogantes; es tiempo de armonizar contigo mismo, cuestionarte y saber que muchas personas no pueden estar equivocadas cuando hacen un juicio a cerca de tí y aveces sueles decir que es falso.
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