Sintió por primera vez en su vida la fría brisa que golpeaba su cara; el reloj detuvo su manecilla 17 minutos antes de las 10.p.m. cuando saldría de clases y volvería a su hogar. Su piel se erizó. Inexplicablemente una mariposa colorida revoloteó por el salón hasta posarse en su hombro izquierdo. Su cuerpo se estremeció de nuevo; dos lágrimas salieron de sus ojos, era el indicio de que a sus 19 años, Caronte le visitaba con la indolencia impávida de su hoz.
Recogió sus apuntes, sus libros de leyes y con un gesto sonriente de sus ojos aceituna con delineado fuliginoso, abandonó el recinto hasta la parada en que regresaría a casa; en la calle 2 buitres posaron su mirada carroñera en la victima que sin notarle, marcó 10 dígitos para decirle a los suyos cuanto le amaba.
Bajó sin prisa del bus en la última parada; al salir del vehículo público, se dio cuenta que no había energía eléctrica en la calle, el viento volvió a soplar en su espalda hasta abrazarla por completo. Divisó el angosto callejón por el que tendría que pasar, el mismo que transitaba todas las noches; un gemido de dolor escapó de su garganta, un silencio sepulcral invadía el entorno; a lo lejos el aullido de un "perro viralata” se escuchó. Sintió pasos que le seguían, quizá era su imaginación. El viento movió algunas hojas secas en el pavimento rustico con agujeros mirones de piernas con falda en el reflejo acuoso al compas de la luna.
Su corazón latía cada vez más fuerte, quería huir. Intentó hacerlo y las piernas traicionaron su valentía. Estaba segura de sentir los pasos pronunciados; el callejón esta noche parecía no tener fin. Las casas escaseaban, la luz debilitaba. Pasó por el frente de una casa a medio iluminar. En la galería sentada estaba una niña morena de ojos saltones y refulgentes como sibila. “Corre” – “Corre” le dijo la pequeña con tan sólo el gesto de sus labios, y el giro de sus 4 dedos. Ella volteó la mirada, uno de sus apuntes cayó al suelo; avivó sus pasos, las casas ya no estaban. Una risa villana estrenó la noche. El corazón detuvo el galopar en su pecho cuando las manos asquerosas de los bandoleros con licencia rasgaron el escote horizontal de su blusa.
Entregó su alma antes de que los malhechores ultrajaran los escondrijos de su cuerpo color mantequilla; la noche se hizo más silenciosa. A pocos metros la luz del poste callejero parpadeó. "El perro viralata" volvió aullar. Un lápiz amarillo mostaza ondulaba muy cerca del pecho desnudo que era “devorado”. Minutos más tarde todo volvía a la normalidad, el calor infernal del sugurbio capitalino asfixiaba a los moradores, la energía eléctrica iluminó el entorno; una mariposa colorida volaba hasta posarse en la curva del cuerpo apático ... a cinco cuadras, la niña de ojos vivarachos, entonaba desoladamente las letras del “ Ave María"
Recogió sus apuntes, sus libros de leyes y con un gesto sonriente de sus ojos aceituna con delineado fuliginoso, abandonó el recinto hasta la parada en que regresaría a casa; en la calle 2 buitres posaron su mirada carroñera en la victima que sin notarle, marcó 10 dígitos para decirle a los suyos cuanto le amaba.
Bajó sin prisa del bus en la última parada; al salir del vehículo público, se dio cuenta que no había energía eléctrica en la calle, el viento volvió a soplar en su espalda hasta abrazarla por completo. Divisó el angosto callejón por el que tendría que pasar, el mismo que transitaba todas las noches; un gemido de dolor escapó de su garganta, un silencio sepulcral invadía el entorno; a lo lejos el aullido de un "perro viralata” se escuchó. Sintió pasos que le seguían, quizá era su imaginación. El viento movió algunas hojas secas en el pavimento rustico con agujeros mirones de piernas con falda en el reflejo acuoso al compas de la luna.
Su corazón latía cada vez más fuerte, quería huir. Intentó hacerlo y las piernas traicionaron su valentía. Estaba segura de sentir los pasos pronunciados; el callejón esta noche parecía no tener fin. Las casas escaseaban, la luz debilitaba. Pasó por el frente de una casa a medio iluminar. En la galería sentada estaba una niña morena de ojos saltones y refulgentes como sibila. “Corre” – “Corre” le dijo la pequeña con tan sólo el gesto de sus labios, y el giro de sus 4 dedos. Ella volteó la mirada, uno de sus apuntes cayó al suelo; avivó sus pasos, las casas ya no estaban. Una risa villana estrenó la noche. El corazón detuvo el galopar en su pecho cuando las manos asquerosas de los bandoleros con licencia rasgaron el escote horizontal de su blusa.
Entregó su alma antes de que los malhechores ultrajaran los escondrijos de su cuerpo color mantequilla; la noche se hizo más silenciosa. A pocos metros la luz del poste callejero parpadeó. "El perro viralata" volvió aullar. Un lápiz amarillo mostaza ondulaba muy cerca del pecho desnudo que era “devorado”. Minutos más tarde todo volvía a la normalidad, el calor infernal del sugurbio capitalino asfixiaba a los moradores, la energía eléctrica iluminó el entorno; una mariposa colorida volaba hasta posarse en la curva del cuerpo apático ... a cinco cuadras, la niña de ojos vivarachos, entonaba desoladamente las letras del “ Ave María"
6 comentarios:
JAJAJAJAJA..MUY BUENO..ESPERO PASAR POR AQUI, NO TENGO ESA EDAD..LOS 19 ALGO MAS GRANDE YA SOY PERO ME ENCANTAN LAS MARIPOSAS..ALGUNA VEZ ESCRIBI SOBRE UNA EN UN IMAGINARIO VAGON ( SE SUBIO AL CAMION CON MIGO) Y VOY EN LA FACULTAD DE LEYES
Que terrible ese miedo global en las ciudades del mundo, donde muchas veces se sienten pasos de gigantes que nos persiguen como perros de caza.
Buen relato con detalles muy vivos que nos hacen casi estar ahí en una imagen mental.
Ahora el peligro no solo ronda a las niñas ya que todos estamos en un verdadero suplicio con la crisis galopante de valores que nos aqueja en nuestras ciudades.
Saludos
wow!!! genial...mira que no habia pasado por aqui ( ya se, ya se) pero he regresado en buen momento...extraordinario relato...un abrazo...
valentín! te leí y me he convertido en mariposa. eso si, mi niña interior no cantó el ave maría.
te dejo un abrazo!
soy ari, ex-cosas sencillas.
Muy bien contado! Por momentos no sabía si sentir lástima por la chica, o quitarle el lugar a los malechores…
Saludos jugador!
Anonimo: por un momento no entiendo tu jerga; solo que te gustan las mariposas!
Saludos!
Roy: es cierto, todos afrontamos peligro ante la delincuencia morbosa de los malhechores.
Cómo estas malvado Roy??? mmmm... se cuida en la calle de estos malovados, jajajajajajaja!
tnf25: gracias! No importa cuanto dures para venir a leerme, lo importante es que lo haces y eso para mi cuenta mucho. Gracias de nuevo!
Ari ... mariposa? = sensibilidad, sinonimo de mujer con buenos sentimientos. El ave maría? para mi la mejor parte, creeme que este escrito lo he visualizado con otra connotación. saludos y buen fin de semana!!
Galan de barrio, jummm! ya veo que eres de la cuadrilla de Roy, jajajajajajajajajajajajajaja!
Gracias a todos por comentar, leerme y visitarme.
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