Tenía apenas 35 minutos para encontrarme con mi amiga Mariell con quien iría al cine a ver la película “Ángeles y Demonios” y aunque ella insiste en que me vista como maniquí de “Zara” o como los “Jonas Brothers”, hice magia para vestirme sin complicaciones; era momento de estrenar mi “Gilet” … un poco de mi perfume favorito, mis zapatos cómodos y listo. Llegué súper puntual, 5 minutos antes de la hora de encuentro. Nos reuniríamos también con su amigo Daniel. 10 llamadas a su celular, y un retraso de media hora, hicieron que nos perdiéramos la primera tanda. 15 minutos más tarde, se aparece él sin ninguna excusa, con su cara reluciente hablando por los codos mientras veíamos los triller y comíamos palomitas de maíz.
La función terminó luego del disparateo de la seguridad Suiza, obispos, religión y acertijos resueltos kilométricamente exasperando mi capacidad de ver una película desagradable por hacerme aburrir. La mirada rabiosa de Mariell me había dado a entender que estaba muy enojada; no era para menos… luego la escuché decir: “Algunas personas NO cambian”. Atravesábamos el pasillo con luces tenues y modelos plásticos anoréxicos detrás de las vitrinas opacas para llegar a la salida cuando pensé en la frase antes escuchada, era muy cierta. Este siglo nos ha dado la oportunidad de ser menos cuadrados, más flexibles, menos prejuiciosos, más comunicativos y las herramientas necesarias para expresarnos y sin embargo algunas personas se han quedado atrapadas en esa burbuja de la que se resisten salir.
Soy muy puntual, trato de serlo siempre y prevengo los contratiempos que se avecinan en esta ciudad tan pequeña y alocada, esa que hace perder tu insignia con un incidente en las calles al conducir, al tomar un taxi. Mariell es puntual, muy puntual, también flexible, pero así mismo hay personas que jamás se detienen a mirarse frente al espejo y ver sus errores. Por lo general, las personas impuntuales, NO les gusta esperar, los mentirosos (as) desean siempre honestidad, las personas infieles demandan fidelidad total; paradójico no?
En determinadas ocasiones desdoblas todo tu ser, pones empeño en comprender algunas personas para tener mejor convivencia con estas, más cierto día descubres que NO vale la pena seguir intentándolo. Sostengo: cuando quieres propiciar un cambio, debes comenzar contigo mismo, se supone que éste, beneficiará los lazos afectivos que te vinculan con quienes te rodean y lograrán ayudarte a salir del círculo vicioso atrapado, el mismo que impide ver tus defectos. Nadie quiere mirarse en el espejo mostrándonos el reflejo palpable de quienes somos, es más fácil juzgar a los demás que ponerse en los zapatos de alguien. Quizá haya menos gente empática, tal vez andamos con mucha prisa, corriendo ante los desafíos del siglo para no sucumbir con el, probablemente estemos perdiendo la esencia humana justificando nuestros errores o buscando culpables a situaciones en la que somos convictos; pensando de regreso a mi casa del cine, no me cabía la menor duda de que: “Algunas personas NO cambian” …
La función terminó luego del disparateo de la seguridad Suiza, obispos, religión y acertijos resueltos kilométricamente exasperando mi capacidad de ver una película desagradable por hacerme aburrir. La mirada rabiosa de Mariell me había dado a entender que estaba muy enojada; no era para menos… luego la escuché decir: “Algunas personas NO cambian”. Atravesábamos el pasillo con luces tenues y modelos plásticos anoréxicos detrás de las vitrinas opacas para llegar a la salida cuando pensé en la frase antes escuchada, era muy cierta. Este siglo nos ha dado la oportunidad de ser menos cuadrados, más flexibles, menos prejuiciosos, más comunicativos y las herramientas necesarias para expresarnos y sin embargo algunas personas se han quedado atrapadas en esa burbuja de la que se resisten salir.
Soy muy puntual, trato de serlo siempre y prevengo los contratiempos que se avecinan en esta ciudad tan pequeña y alocada, esa que hace perder tu insignia con un incidente en las calles al conducir, al tomar un taxi. Mariell es puntual, muy puntual, también flexible, pero así mismo hay personas que jamás se detienen a mirarse frente al espejo y ver sus errores. Por lo general, las personas impuntuales, NO les gusta esperar, los mentirosos (as) desean siempre honestidad, las personas infieles demandan fidelidad total; paradójico no?
En determinadas ocasiones desdoblas todo tu ser, pones empeño en comprender algunas personas para tener mejor convivencia con estas, más cierto día descubres que NO vale la pena seguir intentándolo. Sostengo: cuando quieres propiciar un cambio, debes comenzar contigo mismo, se supone que éste, beneficiará los lazos afectivos que te vinculan con quienes te rodean y lograrán ayudarte a salir del círculo vicioso atrapado, el mismo que impide ver tus defectos. Nadie quiere mirarse en el espejo mostrándonos el reflejo palpable de quienes somos, es más fácil juzgar a los demás que ponerse en los zapatos de alguien. Quizá haya menos gente empática, tal vez andamos con mucha prisa, corriendo ante los desafíos del siglo para no sucumbir con el, probablemente estemos perdiendo la esencia humana justificando nuestros errores o buscando culpables a situaciones en la que somos convictos; pensando de regreso a mi casa del cine, no me cabía la menor duda de que: “Algunas personas NO cambian” …
11 comentarios:
esa es la realidad, cuando estoy para una cita y el tiempo se me viene enzima llamo o pongo un mensaje y si no tengo dios hay que dar una explicación porque la otra persona te espera, como en todo lo que escribe compadre dio en el clavo, abrazos.
Fui a cine el domingo a ver "angeles y demonios", mmmmm que perdida de tiempo, deberia llamarse "matrix en el vaticano" :p, hace pocos minutos llegue de ver "wolverine", otra perdida de tiempo, lo unico que me quedo de bueno fueron las palomitas, el queso mmmmmm delicioso, y la manzana postobon que no cambio por nada, aunque hoy agregamos helado de chocolate y pistacho!!! Saludos, pdta: impuntualidad??? Mmmmmmm nada que decir :P, abrazos!!
Me confieso impuntual. Me da vergüenza admitirlo. Es verdad. Pero sólo a veces lo soy. Creo que mi problema es que no he entendido que vivo en una ciudad caótica como Caracas.
Un abrazo, Valentín.
José Roberto Coppola
Hola Valentin primero darte las gracias por tus palabras de apoyo en mi blog han sido unos dias muy duros para mi....
Y decirte que yo soy muy puntual y te entiendo perfectamente, este finde semana voy yo a ver la peli....
Un fuerte abrazo.
Toda la razón, somos a los 15, 25,30,...etc,etc. Y nunca vamos a cambiar algunas actitudes. Yo soy impuntual, pero no para todas las cosas, debo correr, pero no llego después de media hora, si por alguna razón me voy a demorar más de lo previsto, llamó y aviso.
No me gusta interrumpir cuando es una reunión o cosas por el estilo, siempre llegó a la hora. Mis retrasos no van más allá de 10 minutos.
Si es una cita, claro que doy una explicación, es una falta de respeto no decir nada a la otra persona.
Saludos!
Soy muy puntual y me gustan las cosas como tiene que ser, así que espero de los demas lo mismo aunque soy tolerante me fastidia un poco.
Un besito guapo.
Mi estimado Valentín, aquí poniéndome al día. Tienes razón hay quienes nunca cambian, y de algún modo tu texto en la parte final me recordó aquella canción de Sabina “Y Sin embargo…”
Y se que no me lo pediste , pero por eso aquí va el consejo, en la Kabbalah nos enseñan que el secreto para cambiar , es el asco. ¿Cómo así? , simple , sentir asco de lo que se esta uno quejando constantemente, que nos quejamos de que fumamos mucho, pues el día que sientas verdadera repulsión por fumar ese día lo dejaras de hacer, el día que sientas un verdadero desagrado por ser infiel ,ese día cambiaras…ahí lo dejo…saludos!!!
Unos no cambian a pesar del tiempo y otros cambian demasiado, supongo que todo depende de las vivencias y de lo que nos vaya marcando la vida.. Lo bueno es seguir conservando a esos amigos que tenemos desde hace tiempo, hayan cambiado o no..
Un beso muy dulce y con muchísimo cariño
Bueno, algunos no cambian, por mi parte he cambiado solo las cosas que debi cambiar, por ejemplo, ahora amo menos, pero amo mejor.
el mejor hizo la diferencia.
un abrazo.
Odio la impuntualidad...y la odio con odio jarocho, siempre trato de ser responsable y cumplir con los tiempos, no me gusta disponer del tiempo de los demás ni que dispongan del mio.
besos!!!
Deberías haber publicado la canción de Michael Jackson Man In The Mirror pues le va como anillo al dedo a lo que dijiste; ''I'm Starting With The Man In
The Mirror
I'm Asking Him To Change
His Ways
And No Message Could Have
Been Any Clearer
If You Wanna Make The World
A Better Place
Take A Look At Yourself, And
Then Make A Change''
Saludos
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