Personas Desechables ...

Casi nunca acostumbro hacer remembranza de madrugada, pero el eco de las palabras de “JC” separaba mi placentero encuentro con Morfeo a las 5:38 a.m. Justo en ese instante comprendí que todos por lo general tenemos un (a) amigo (a) confidente a quien apodamos de diferente manera por tener la visión correcta de nuestra circunstancia momentánea, alguien suele llamarle “el Santo Oscuro”, algunos su ángel guardián, el oráculo, otros su confidente … lo cierto es que el sentido común de “JC” sobrepasa mis expectativas, sus palabras son como el despeje de una formula matemática arrojando resultados exactos, sin bola de cristal, sin prejuicio o maldad en cada sílaba pronunciada. Luego de salir del cine esa noche, decidimos tomarnos una ronda de mojitos, esta vez no hablaríamos del calentamiento global o del día que desaparecieron las barbas y bigotes de la Quinta Generación, ni mucho menos descubrir las razones por las cuales los sapos bailan flamenco aunque si reafirmamos cuan cierto es el enunciado que cita: “Los cerdos no comen diamantes”…

Llegó el momento donde pondríamos sobre la mesa el manual con los diferentes tópicos de la inmortal “COMPLEJIDAD HUMANA” … un tema que incrementa como la hiedra lentamente sus hojas tóxicas sobre cualquier pared a tal punto de derribarla, así es la maldad del ser humano cuando no es honesto. Sabías que nuestro entorno está lleno de personas desechables? Me decía, al tiempo que removía su trago con la hierba buena y el hielo. Explícate! Le dije inclinándome hacia ella mirándole fija, su carcajada protagonizó como si me hiciera sentir ignorante. Gente desechable, inservible, malvada! respondió. Yo comprendía sus palabras ya que en algún momento había caído en la red mortal de esta especie también evolutiva.
Las personas desechables son como el papel que cubre una hamburguesa, como el frasco plástico que cae al mar, ambos son basura y contaminan. Lo intrínseco de este género es que por más buenos actores o actrices que ostenten ser, quedan al descubierto y enredados en la telaraña de sus mentiras.

Veamos el perfil de las personas desechables:

Mentirosos (as)

100% Descaradas

Justifican cada una de sus faltas

Siempre piensan que tienen la razón

Cuadriláteros en su máxima potencia

Irreverentes

Tripolares

Juegan con los sentimientos de los demás

Nunca se disculpan

En su lenguaje NO existe la palabra “Perdón”

Son resentidos

Manipuladores

Establecen relaciones y las dejan inconclusas

Mitómanos

Embaucadores

Irresponsables

Grises

Con pocos amigos (as) o ningunos

Antisociales

Promiscuos

Y con pocos vínculos familiares

Pero si a todos los seres humanos nos conlleva realizar una acción heroica “el honor, el amor y el dinero” … que otra cosa mueve a las personas inservibles? Su fuente de maldad pura? Y estas personas, no son reciclables como el plástico, como el papel? Pregunte nuevamente terminando mi primer trago de la noche. JA! Filosofía barata, la misma que se promueve para salvar al planeta cuando ya es muy tarde me contestó pronunciando mi nombre completo con apellidos. Sabía cuan ciertas eran cada una de las palabras de “JC”. Para levantarse, se ha propiciado una caída y con cada tropiezo aprendemos y caminamos por nuestro propio camino o apartamos los obstáculos de nuestro sendero. NO es mentira alguna, existen personas mejores que otras y sin pensar en la relatividad de lo malo o bueno, todos sabemos que el mismo sistema despiadado de comparación nos arroja ver la bondad o maldad dentro de cada ser. La hipocresía, las máscaras, el engaño y las mentiras parecen ser las armas convincentes de las personas desechables y como todo en la vida tiene su contraparte, la misma es destruida con la fría indiferencia y el stop que ponemos a su repugnante maldad; cada quien sabe como tiene su interior y conoce muy bien su comportamiento puesto que la conciencia nos pasa factura muchas veces y los “Deja – vú” no son antojadizos ni el Karma un castigo celestial. Cuando los deteriorados creen salirse con las suyas, simplemente un día su misma perversidad termina destruyéndolos, como los espantapájaros, arruinados por los cuervos de su entorno … Ahora comprendo por qué detesto el origami…