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sábado, 27 de marzo de 2010

Crónica de un pastelillo asustado…


El fin de semana pasado, mientras me dirigía a mí esperado viaje a Samaná, comprobé mi hipótesis a cerca de los temores y miedos que abrazan, rodean y aniquilan al ser humano cuando se deja vencer por los mismos. Abordamos un catamarán con destino a alta mar para ver las ballenas jorobadas, al regreso: un delicioso almuerzo criollo en la isla Cayo Levantado, piña colada, bailar un merengue típico, darnos un chapuzón en las cristalinas y turquesas aguas del océano atlántico o simplemente dormir en una hamaca debajo de una palmera (y luego dicen que el paraíso no existe, ufff) … Mientras nos adentrábamos en alta mar, la embarcación comenzó a zigzaguear, producto de algunas olas revueltas que salpicaban con sus saladas aguas nuestras caras; a mi me parecía una sensación agradable, indescriptible … A poca distancia de mi, una familia completa comenzó a dejarse invadir por el miedo aún cuando nada de lo que estábamos atravesando significaba peligro para los tripulantes a bordo. Un niño de algunos 8 años comenzó a llorar con un pánico terrible, tanto que hubo que bajarlo a la planta baja y usar un tipo de psicología infantil para hacerlo sentir seguro. Pero, acaso nos forman con fortaleza y sin miedos fuera de un entorno que demanda valentía? A qué le tememos más, a las exterioridades o las cosas que atraviesan nuestros sentimientos?

Con los constantes sismos que están ocurriendo en algunos países del mundo y el nuestro últimamente con cierta frecuencia en baja escala, algunas personas andan con un espanto inimaginable donde pareciera que se vaticina lo peor ante una angustia impredecible. Al nacer, un bebe presenta pocos indicios de miedo, (o ninguno) pero en el proceso del crecimiento, comienza la dosificación de infundir “el miedo adherido junto con el morbo”. Cuando chico, solía temerle a la oscuridad y a los fantasmas. Hoy día, camino perfectamente por la casa cuando tengo que levantarme de madrugada sin tropezar con algo, sin temor a ningún fantasma, sin miedo a que ninguno de ellos pueda atravesar alguna pared. Cuando vencemos nuestros miedos, fortalecemos nuestras debilidades? Hace algunos años temía quedar desempleado, sentía temor al pensar en la muerte de un ser querido o afrontar algún evento doloroso hasta que entendí que la vida no se puede vivir arrastrando el miedo en la espalda, aprendí a enfrentar con valentía todo aquello que significa un reto ante mi, de igual manera, ignorar todo lo que considero insignificante, lo que está por debajo de mi umbral preferencial, de mi santuario para sobrevivir ante tantas personas egoístas, malvadas y sin tacto alguno. Con el inicio de mi séptima temporada recién comenzando este año, comprendí de una vez por todas que mi estabilidad emocional, mi sentido de humor, mi integridad y fortaleza no dependería de ninguna relación de pareja y que sólo yo (sin egoísmo alguno) decidía el camino por donde dirigirme sin negociar por supuesto, mi paz.

Hace algunos días, mi amiga MM se acercó a mi con cierto pesar, muy desesperada. "Tengo el presentimiento de que va a pasarme algo malo, hace días me he sentido muy feliz y eso no es normal". Me expresó asustada, mientras frotaba los dedos de sus manos produciendo un sonido inusual en sus articulaciones. Tranquila! Le dije, Lo normal es que te sientas feliz, el ser humano está diseñado para vivir a plenitud cada instante, pero dejamos que el morbo y la angustia se antepongan en nuestro camino. Vive sin preocuparte tanto, busca tu paraíso, concluí, acariciando su hermosa cabellera oscura. Tienes razón, merezco ser feliz. Contemplando minutos más tarde la expresión serena de mi amiga, comprendí que como ella, hay millones de personas en el mundo, envuelto en el capricho y el laberinto oscuro afirmando cada día que la vida es un caos, incomprensible, un constante delirio con preocupaciones interminables, esto es falso. La vida es como hornear un pastelillo, probablemente haya que enseñarnos la receta en la etapa inicial, pero luego, podrás saborear su exquisitez a tu antojo. Por qué no haces una pausa y comienzas desde ahora a vivir sin preocupaciones y poner en orden todos los fantasmas de tu vida? Por que no elevas tu conciencia al entendimiento para comprender cuan hermoso es vivir?
… Piensa lo bueno y se te otorgará …



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7 comentarios:

CalidaSirena dijo...

Ojalá que fuese así y que todo lo que pensasemos en bueno se nos concediese. Ojalá.
Bellas palabras tienes siempre mi querido amigo. Cuanto tiempo sin leerte.
Besos cálidos

Jax dijo...

Mi mayor miedo es que NO tengo miedo...lo que me ha hecho exponerme a cada situacion, que uffff! deberia ser mas precavido...!

Como dices, los niños nacen sin miedo, pues vienen con el disco duro vacio, luego con frases como Ahi viene el cuco! Ahi viene el viejo! etc es cuando empezamos a criar a un hombre o mujer temeroso de la vida,,sino dimelo a mi, que el hermano de una amiga ( saludos Nicolas ) no puede estar entre personas mayores, les ATERRAN los viejitos, todo por q eso le inculcaban y una vez sus padres para enseñarle una leccion hicieron que un señor que recogia la basura actuara como si lo fuera a secuestrar metiendolo en un saco o costal...Ah, vale destacar que Nico hoy en dia tiene 36 años!

María Laura dijo...

AY AMIGO!!!!

QUE BIEN ME HA LLEGADO TU POST, EN ESTE DÍA.

NO PREGUNTES COMO CUANDO Y DONDE, PERO HE SIDO PRESA DE LAS FOBIAS, MIEDOS, PÁNICOS Y TODA ESA PORQUERÍA QUE NO TE DEJA VIVIR, DESDE HACE MUCHO TIEMPO.

Y NO ES FÁCIL SACARLOS DE ADENTRO, SE VAN POR UN TIEMPO Y CUANDO CREES QUE TODO ESTÁ EN ORDEN, PORQUE REALMENTE ESTÁS VIVIENDO LA VIDA CON GOCE, ZAS, ATACAN OTRA VEZ, Y CUESTA LEVANTARSE,

ME DIGO A CADA INSTANTE LO QUE TU DICES, PERO PARECE QUE NO ME CONVENZO, BESITOS Y GRACIAS.

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Me acuerdo que en un terremoto y creo que fue el del DF en México, días después encontraron a varios bebes de pocos meses de nacidos, aun vivos bajo los escombros de una guardería infantil.

La respuesta es que nos bebes nunca entraron en pánico y lloraban desesperadamente solo por el hambre y la sed que tenían y por eso lograron sobrevivir. Es más dicen los expertos que si no hubieran sido bebes, hubieran entrado en pánico y muy probablemente hubieran muerto.

Los miedos no podemos dejarnos rondar nuestras cabezas, y aún menos dejarlos que pongan sus nidos y críen polluelos, si los dejamos gobernaran nuestras vidas.

Y si tienes razón debemos vivir el día de hoy, ya que es suficiente con este día, y dejarnos de afanarnos con el mañana.

Por eso como siempre digo, hay que desarrollar esa inteligencia emocional, que nos lleva a ser felices y a poder desechar todo aquello que no nos deja vivir en paz y llenos de temores, solo así podremos salir adelante.
Saludos

la bellevilloise dijo...

Hola Valentín, tanto tiempo!! he vuelto a las canchas del blog!
tu entrada me ha gustado mucho, en verdad, es justo lo que necesitaba escuchar o más bien, leer.
El miedo es el peor sentimiento del mundo, nos paraliza, nos inhabilita a vivir cosas bellas..
además lo que dices de la estabilidad, de la paz es muy importante.. cuando una relación no nos genera paz es mejor irse.
un abrazo grande!

Maryorie Nin dijo...

Excelente Valentin, que incentives la fuerza interior en tus lectores. Muchas personas se preocupan demasiado por muchas cosas que incluso se escapan de su total control. He comprobado que mantener una actitud positiva es 99% beneficiosa para mi salud, so, trato de mantenerme asi lo mas posible y olvidarme de las cosas que no estan en mi total control. Que bueno que disfrutaste el viaje para Samana. De vez en cuando, debemos ser turistas en nuestro propio pais...

CRISTIAN dijo...

Que sabias palabras
creo que todos cuando niños creamos temores que nos imponen los adultos, de alguna manera para amedrentarnos o castigarnos
no inculcan miedo a ciertas cosas.

al leer tus palabras
me recorde de mis miedos de niño, a la oscuridad quien no le ha temido, al viejo del saco jajaja

ahora me enfrentaria a combos con el viejo si se me cruza jaja

saludos amigo
y a tu bella tierra

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