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viernes, 19 de octubre de 2007

NO ESTRES!!!


El transito, un jefe histérico, la informalidad de los demás, no son acaso cosas que te estresan??? Hoy, decidí que nada ni nadie perturbaran mi paz. Comencé hace días con obviar los canales de noticias al levantarme o leer el periódico. Aquí, quien tenga la noticia más trágica en primera plana o sensacionalista es el que se lleva el cometido del día.

No es que quiero vivir ajeno a la realidad, soy mortal, a veces me gustaría ser de otro planeta y no entender ni una sola palabra cuando un insensato te habla.

En primer lugar, la causa del estrés puede ser una condición física (ruido, falta de luz, frío, calor, viento, polución atmosférica, vibración y movimiento, trabajo por turnos). ¿Quién no ha sufrido en su puesto de trabajo, los efectos del chorro gélido de un aire acondicionado mal situado? ¿El ruido incesante de una obra cercana? ¿La máquina que se estropea en el momento más inoportuno?


Otra fuente de estrés es el exceso de trabajo, es decir, cuando tenemos más trabajo del que podemos llevar a cabo. Esta situación suele empeorar si existe presión; provocada, por ejemplo, por una fecha tope de entrega.

Un cuadro que cada día cobra mayor relevancia e interés, es la fatiga laboral, cuya causa desencadenante es la acumulación de estrés por sobrecarga de trabajo. Conlleva tanto efectos físicos como psíquicos y suele afectar a los empleados más productivos para la empresa. Éstos suelen trabajar horas extraordinarias, quedándose en el trabajo hasta altas horas, a pesar de lo cual se llevan trabajo a casa para "sacar adelante el exceso de tareas" que tienen acumuladas. Uno de los primeros síntomas de la fatiga laboral es el descenso en el rendimiento a pesar de aumentar las horas de trabajo, todo ello producido por el agotamiento.


Ante tantas posibles causas de estrés y otras más, que nos hemos dejado en el tintero por no hacer demasiado prolija esta exposición, tenemos factores que nos salvaguardan de sus efectos nocivos:
Parece obvio que, las personas que desempeñan un trabajo que les gusta sufren menos estrés que aquellas que pasan la jornada realizando un trabajo que no les gusta. Este primer factor se llama satisfacción en el trabajo.
En los estudios sobre satisfacción laboral parece que ésta aumenta con la edad, a partir de los seis o siete años de permanencia en la empresa y en las personas con un nivel de estudios superior que pueden demostrar sus habilidades y conocimientos en su tarea.

También los empleados nuevos y los cargos ejecutivos superiores suelen tener un alto grado de satisfacción laboral.

Un mayor grado de autonomía y poder en la realización del trabajo también hace que el estrés nos afecte menos. Este es el caso de los ejecutivos de alto nivel quienes, a pesar de que están sometidos a más tensiones, sufren menos estrés porque su grado de autonomía y poder también es muy elevado. En comparación con ellos, los mandos medios sufren mucho más estrés porque están sujetos a más control y su nivel de autoridad es menor.

El apoyo de la familia proporciona otras satisfacciones y logros ajenas a las del trabajo, autoestima, aceptación y sentido de dignidad personal que contribuyen a paliar lo efectos nocivos del trabajo. En este mismo sentido actúa el apoyo de los compañeros, la cohesión del grupo de trabajo y mantener buenas relaciones con nuestro superior.

El estar en buena forma física nos protege de los efectos físicos perjudiciales del estrés.

Este es un ejemplo más de los beneficios del ejercicio físico practicado de forma regular.

Hoy, con mi estrés a cuesta, solo pienso en los próximos días, en mi ida al campo, en levantarme tarde, en no escuchar mas que el ruido de los árboles y el trinar de los pajaritos…disfrutar de las locuras de mis sobrinos y reír todo el día…al final, el equilibrio de la vida, está en esas escapaditas donde precisamente te olvidas de todo y cargas las pilas para seguir de nuevo adelante.

1 comentario:

Dulciblue dijo...

Hola Valentin. Me ha gustado mucho tu articulo de esta semana sobre el estres. Creo que es muy importante empaparse de temas como este. Te cuento que esta semana la he pasado muy estresada con el ruido de la ciudad, de las personas escandalosas, los animales etc. Tambien he tenido muuucho trabajo y eso me ha turbado un poco la mente.
Que envidia me das, con eso de que visitaras un campo. Creo que un dia de estos me escapo a uno de ellos y me quedo alli aunque sean dos dias.


Besos

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