Me dio mucho pesar ver ayer al regresar de mi trabajo,las tortuguitas de mi vecina Irkania en el área de lavado sin agua, sin comida, indefensas, hambrientas. En un extremo del pasillo, observé la planta marchita que en el tarro ocre pedía a gritos un poco de agua al igual que las resecas tortuguitas.
Pensé de nuevo en todo lo que encierran las personas egoístas; mi vecina estaba siendo victima del egoísmo y la envidia; deseaba tener tortuguitas porque su vecina también tenía, pero a diferencia de esta, las cuidaba muy bien.
Pensé de nuevo en todo lo que encierran las personas egoístas; mi vecina estaba siendo victima del egoísmo y la envidia; deseaba tener tortuguitas porque su vecina también tenía, pero a diferencia de esta, las cuidaba muy bien.
Eché a un lado mi refutación hacia el comportamiento de mi vecina egoísta y procedí a echarle agua a las tortugas y a la planta. Algunas personas en lugar de cambiar, únicamente alimentan a diario sus cosas negativas. Con personas egoístas, siempre pienso en negro.( ya casi termina mi semana anti – egoísmo)
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