Se acortaron mis noches teniendo tu compañía.
Miré el lado izquierdo de mi cama y no estabas; contemplé la fría noche y suspiré amargura.
No pensé nada y entendí todo.
Recordé los felices momentos de horas inciertas y regresos de domingos. Contigo es fácil olvidar el calendario y suspirar sin importar que el día sea lluvioso o soleado. Transporté mi indecente pensamiento de madrugada por tu ventana. Ahí estabas; cubierta, irradiada por el rayo de luna que tímidamente acariciaba tu rostro, tu espalda y yo moría de celos por no ser quien sintiera el calor de ese cuerpo que duerme vagando por los confines de un paraiso sin serpientes ni manzanas.
Volví a contemplarte y supe que debía volver a la tierra de poetas exiliados. Si duermes hoy, serás más bella y menos durmiente. ... Duerme!
2 comentarios:
Muy buen escrito amigo Valentin...
:)
A veces debemos vivir en ese mundo de exiliados para no dejarnos consumir por los recuerdos.
"Saludos Monocromáticos"
Precioso escrito, lleno de mucha sencibilidad que transpira poesía.
Besos
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