Retirar dinero de algunos cajeros públicos de este país es hacer malabares.
Primero, debes estar a la expectativa con los ladrones, atracadores y oportunistas que te roban hasta los últimos centavos de tu cuenta.
Hace algunas semanas, esperaba a cierta distancia (como es prudente y sensato) de un cajero ATH para retirar 500 pesos. Había cuatro personas retirando dinero al mismo tiempo. 3 hombres y una mujer (imaginé que eran compañeros de trabajo por la confianza entre ellos y sus conversaciones.
15 minutos más tarde, los 4 individuos estaban en la misma trifulca con el retiro monetario. En ese transcurso, llegaron 5 personas y se posicionaron tras de mi. El hecho es que estas personas ya habían excedido el límite de tiempo por persona para hacer su retiro y hasta un oficial del banco salió a ver si había algún inconveniente y llamarle la atención a estas personas que no se sabía a ciertas cual era el objetivo de su demora frente al cajero electrónico.
Sin exagerar, fácilmente encuentras personas que se acerquen a tì y te digan mientras introduces tu tarjeta y empiezas el proceso de retiro, lo siguiente: -
Esa no es tu contraseña
Tan poco dinero vas a retirar?
Sácalo menudo!
Mil pesos son muy poco para la quincena
No pidas balance, te cobra más caro el banco
Acuérdate retirar una tarjeta para tu celular
El plástico de esa tarjeta está fea, cámbiala
Mira a ver si te depositaron bien
Te vas a llevar todo el dinero?
Y en que andas, montado o a pié?
Guarda bien ese dinero
En fìn… que pique paso cuando voy a algún cajero (a excepción de los que se encuentran en algunas plazas y centros comerciales) La gente se amontona junto a tì, con ese irrespeto e invasión a tu espacio en el que tu deseas estar sin la presencia o compañía de extraños.
Los dominicanos podremos ser los más chéveres, como dicen los venezolanos, pero parece que carecemos de tacto y respeto en abundancia. (Claro, no todos) … Por desgracia, quienes defendemos el derecho de no sentirnos acorralados, intimidados e irrespetados por la indecencia de las personas insolentes, somos catalogados de odiosos.
Primero, debes estar a la expectativa con los ladrones, atracadores y oportunistas que te roban hasta los últimos centavos de tu cuenta.
Hace algunas semanas, esperaba a cierta distancia (como es prudente y sensato) de un cajero ATH para retirar 500 pesos. Había cuatro personas retirando dinero al mismo tiempo. 3 hombres y una mujer (imaginé que eran compañeros de trabajo por la confianza entre ellos y sus conversaciones.
15 minutos más tarde, los 4 individuos estaban en la misma trifulca con el retiro monetario. En ese transcurso, llegaron 5 personas y se posicionaron tras de mi. El hecho es que estas personas ya habían excedido el límite de tiempo por persona para hacer su retiro y hasta un oficial del banco salió a ver si había algún inconveniente y llamarle la atención a estas personas que no se sabía a ciertas cual era el objetivo de su demora frente al cajero electrónico.
Sin exagerar, fácilmente encuentras personas que se acerquen a tì y te digan mientras introduces tu tarjeta y empiezas el proceso de retiro, lo siguiente: -
Esa no es tu contraseña
Tan poco dinero vas a retirar?
Sácalo menudo!
Mil pesos son muy poco para la quincena
No pidas balance, te cobra más caro el banco
Acuérdate retirar una tarjeta para tu celular
El plástico de esa tarjeta está fea, cámbiala
Mira a ver si te depositaron bien
Te vas a llevar todo el dinero?
Y en que andas, montado o a pié?
Guarda bien ese dinero
En fìn… que pique paso cuando voy a algún cajero (a excepción de los que se encuentran en algunas plazas y centros comerciales) La gente se amontona junto a tì, con ese irrespeto e invasión a tu espacio en el que tu deseas estar sin la presencia o compañía de extraños.
Los dominicanos podremos ser los más chéveres, como dicen los venezolanos, pero parece que carecemos de tacto y respeto en abundancia. (Claro, no todos) … Por desgracia, quienes defendemos el derecho de no sentirnos acorralados, intimidados e irrespetados por la indecencia de las personas insolentes, somos catalogados de odiosos.